La historia de la cartera de mano se remonta a la Antigüedad, donde las prendas de vestir utilizadas eran las túnicas .
Estas no tenían bolsillos por lo que llevaban pequeñas bolsas-monederos, hechas con piel de animales.
Así surge el origen de los primeros bolsos de mano, que se utilizaban para llevar semillas, objetos religiosos y medicinas. No existía diferencia de género, por lo que eran llevados por hombres y mujeres.
En los siglos XIV y XV los nobles y burgueses, con una vida repleta de actividad social y económica, necesitan una forma para llevar sus pertenencias .Así aparecen las limosneras, verdaderas joyas de artesanía. Elaboradas en tejidos lujosos como la seda y bordadas, para llevarlas sujetas a los cinturones. Lo que ahora llamaríamos riñoneras.Los cierres de estas limosneras, estaban realizados en oro o plata, y en algunas ocasiones reproducían en miniaturas catedrales góticas.
La historia de la cartera de mano, propiamente dicha, comienza en el siglo XVI. Anteriormente se conocía de la existencia de bolsos, pero como equipaje para viajes, de unas dimensiones mucho más grandes que una cartera de mano.
En el siglo XVI , era tendencia los bolsos más grande, que dentro tenían otros bolsos más pequeños anudados, en los que se separaban las monedas.
Las mujeres guardaban el material de sus trabajos manuales y sus artículos personales en bolsas de trabajo de seda bordada, con un pequeño cesto debajo.
Hasta la revolución francesa, los hombres llevaban pequeños bolsos para transportar sus enseres más imprescindibles.
En el siglo XVII se hace patente el impacto del desarrollo social y tecnológico en relación a la moda.
Con el desarrollo del correo, surgió la creación de carteras aplanadas con compartimentos, generalmente de piel o seda decorados.
También comenzaron a hacerse populares, las “Ridicule” o “Pompadours”: un delicado bolso anudado, colgado de la muñeca con una cadenita.
Pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando comenzó a ser un artículo indispensable en el vestuario de las mujeres
Los primeros bolsos de mano con asas metalizadas, tal y como los conocemos hoy, aparecieron hacia 1875.
Cuando las mujeres se incorporaron al mercado laboral, sus bolsos se transformaron en un elemento notablemente más práctico.
Si el bolso medio aún era amplio después de la II Guerra Mundial, sus dimensiones se redujeron y sus líneas se suavizaron alrededor de los años cincuenta del siglo pasado.
Cabe resaltar que en lo años 70, se puso de moda llevar carteras con forma de revista enrollada, con asas. Se fabricaban de cubiertas de revista laminadas.
Y hasta nuestros días, en los cuales podemos disfrutar de una gran variedad de bolsos de mano, que pueden se fabricados en cualquier material , ya que todas las modas vuelven.
Y hasta aquí el post de la semana….